La higiene
es el conjunto de conocimientos y técnicas que aplican los individuos para el
control de los factores que ejercen o pueden ejercer efectos nocivos sobre su
salud. La higiene personal es el concepto básico del aseo, de la limpieza y del
cuidado del cuerpo humano.
Para tener una vida sana hay que realizar ejercicios,
hábitos alimenticios y mantener una higiene tanto física como mental. La
importancia de una higiene recae en consecuencias positivas como negativas a
largo de nuestra vida y de los seres que nos rodean. La higiene se clasifica en
varias maneras, pero las principales en nuestros días son: pública y privada;
la higiene privada se encarga el ser humano como objetivos destacan el aseo
corporal y la limpieza de su entorno. La pública es la que nos proporciona la
sociedad o el gobierno, además de estos dos grupos se pueden clasificar en
otros como higiene deportiva e higiene corporal.
Objetivos de la higiene:
Sus objetivos son mejorar la salud, conservarla y
prevenir las enfermedades o infecciones.
Se entiende como higiene:
Limpieza, aseo de lugares o personas.
Hábitos que favorecen la salud.
Parte de la medicina orientada a favorecer hábitos
saludables, en prevención de enfermedades.
La higiene personal es el
concepto básico del aseo, limpieza y cuidado de nuestro cuerpo. Aunque es una
parte importante de nuestra vida cotidiana en la casa, la higiene personal no
es sólo acerca de tener el pelo bien peinado y cepillarse los dientes; es importante
para la salud y la seguridad de los trabajadores en el sitio de trabajo. Los
trabajadores que prestan atención a su higiene personal pueden prevenir la
propagación de gérmenes y enfermedades, reducir su exposición a productos
químicos y contaminantes, y evitar el desarrollo de alergias a la piel,
trastornos de la piel y sensibilidad a sustancias químicas.
El primer principio de la buena higiene es evitar
la exposición por medio de una barrera sobre la piel con el uso de equipos de
protección personal (PPE, por sus siglas en inglés), como guantes, overoles y
botas. Es importante revisar con frecuencia los PPE para detectar exceso de
contaminación, desgaste, roturas, desgarros o agujeros. Los trabajadores deben
limpiar, descontaminar o reemplazar los equipos de protección con frecuencia
para asegurar que no recolecten ni absorban sustancias irritantes. Si el equipo
de protección se ensucia demasiado durante el trabajo, el trabajador debe parar
y cambiarse a un equipo limpio.
El lavado básico de las manos y el cuidado de la
piel pueden prevenir exposición y enfermedades. Lavándose bien las manos con
agua y jabón ayuda a eliminar los gérmenes, contaminantes y sustancias
químicas. También puede prevenir la contaminación por ingestión y la
contaminación cruzada de los objetos y las superficies que tocamos.
Los trabajadores deben lavarse las manos
periódicamente durante el día. En algunos trabajos, la ley exige que se laven
las manos periódicamente. Es importante lavarse las manos después de usar los
servicios sanitarios y antes o después de ciertas actividades. Los trabajadores
deben lavarse las manos antes, después y durante la preparación de alimentos y
antes de tomar sus descansos en el trabajo para comer, beber o fumar. Para
controlar la propagación de gérmenes que pueden causar influenza o gripe común,
los trabajadores deben lavarse las manos cada vez que tosen, estornudan o se
suenan la nariz, y siempre que estén cerca de alguna persona enferma.
Lavarse las manos involucra más que un enjuague
rápido bajo la llave. Para lavarse las manos correctamente, los trabajadores
deben primero mojárselas bajo la llave y después usar un jabón líquido o de
pastilla. Las manos se deben mantener fuera del agua hasta que se enjabone y
frote toda la superficie de la piel durante al menos 20 segundos. Los
trabajadores entonces pueden enjuagarse las manos con agua limpia y sacárselas con
una toalla desechable. Para lavarse las manos con un desinfectante de manos,
los trabajadores deben aplicar una cantidad apropiada de desinfectante a la
palma de la mano y después frotarse las manos entre sí hasta que queden secas,
teniendo cuidado de limpiarse todas las áreas de las manos. Para algunas
actividades de trabajo, los desinfectantes para las manos no son aceptables
como método de lavado de manos. Bañarse y lavarse la cara después del trabajo
también es una buena idea. La higiene personal correcta y la protección de las
manos pueden ayudar a mantener la productividad de los trabajadores en el
trabajo. Manténgase seguro con una buena higiene personal.
La
higiene en la actividad física y el deporte significa el mantener una serie de
hábitos que te ayudarán a realizar el ejercicio físico de una manera eficiente
y a tener la seguridad de que no vas a tener ningún problema.
Antes del
ejercicio:
1. Hay que tener en cuenta si se padece
algún tipo de enfermedad.
2. No hay que hacer ejercicio físico en las
horas en las que se hace la digestión. Hay que esperar como mínimo dos horas
para hacer ejercicio.
3. Realiza un calentamiento suave. Esto te
ayudará a no tener lesiones.
Durante el ejercicio:
1. Usa una vestimenta adecuada al ejercicio
que realizas.
2. No intentes hacer más ejercicio del que
puedes soportar.
3. Es importante beber agua si el ejercicio
es de larga duración.
Después del
ejercicio
1. No pares de repente, camina unos
minutos.
2. Si has sudado en exceso debes darte una
ducha.
3. Debes beber agua después del ejercicio.
Elección del
calzado
1. Además del número, asegúrate de que la
zapatilla se ajuste a tu pie.
2. Usa sandalias en verano, así evitas que
el pie sude.
3. Comprar el calzado en tiendas
especializadas.
4. Asegúrate de que la zapatilla
5. No te dejes guiar por las marcas y el
diseño del calzado, escoge la que sea más cómoda
Elección de la ropa
La ropa debe ser ropa holgada, que no se ajuste
demasiado en ninguna zona del cuerpo. La ropa debe ser traspirable. La ropa que
se usa para hacer ejercicio se debe lavar una vez acabado éste, por lo que no
es bueno usarla repetidas veces.
Una
correcta higiene durante la adolescencia es fundamental. No sólo por razones
estéticas, sino sobre todo para mantener una buena salud. Pero no siempre es
fácil. Los adolescentes a veces se olvidan del baño o no hacen excesivo caso al
cepillo de dientes. Y eso se une a que en esta etapa de su vida con todas las
alteraciones hormonales de la pubertad llegan los olores fuertes, el exceso de
grasa y el aumento de la sudoración.
Por
todo ello es imprescindible inculcar durante los primeros años de la
adolescencia unas buenas medidas de higiene. Cuando esas normas se aprenden
temprano es mucho más fácil que se mantengan a lo largo de toda la vida. Además
ayudaremos a nuestros hijos a ser disciplinados y a entender la importancia de
la salud.
Por qué hay
que cuidar la higiene?
Los
motivos por los que hay que cuidar la higiene son varios:
Por salud
física.
Un exceso de suciedad o una mala limpieza provocan que aumenten los gérmenes y
eso puede llevar a la aparición de enfermedades.
Por salud
mental.
Cuando uno está limpio y libre de olores desagradables se siente mucho más
seguro de sí mismo y eso, sobre todo durante la adolescencia, es muy importante
para las relaciones sociales.
Por estética. La imagen
personal es importante y una buena higiene es imprescindible para mantenerla.
Por qué es
especialmente importante la higiene durante la adolescencia?
El
organismo de los adolescentes está en plena transformación. En sus cuerpos
comienzan a tener lugar nuevos procesos hormonales. Y esos procesos provocan
mayor sudoración y la aparición de nuevos olores, no siempre agradables. En el
caso de las adolescentes, además, la mayoría de ellas tendrá ya menstruación.
Esas son razones para que cuiden su higiene aún más que cuando eran niños.
Cómo pueden
mantener una buena higiene los adolescentes?
La
mejor recomendación es un baño diario como mínimo. La costumbre de tomar una
ducha ya sea al levantarse o antes de irse a la cama es imprescindible para
mantener el cuerpo limpio. Además, en cada caso habrá que añadir algún baño más
en función de las ocupaciones del adolescente. Por ejemplo, si el chico o la
chica practican algún deporte, tras el ejercicio también es recomendable tomar
una ducha.
Y
además es bueno prestar especial atención a estas partes del cuerpo:
Cabello. El cuero
cabelludo suele producir más grasa durante la adolescencia, por ello es
recomendable que los chicos y chicas laven su cabello con champú siempre que lo
tengan sucio.
Cara y
cuello.
Es bueno que laven su cara y su cuello con agua y jabón, además de mantenerlo
limpio de esa manera podrán evitar espinillas o un exceso de acné.
Orejas. Es bueno
también que se laven las orejas con agua y con jabón.
Pies. Para
evitar malos olores es imprescindible una correcta higiene de los pies. Hay que
lavarlos con agua y jabón y secarlos muy bien. Además hay que cambiar de
calcetines al menos todos los días y limpiar zapatos y zapatillas.
Boca. El uso del
cepillo de dientes tras cada comida es una buena ayuda para combatir las caries
y el mal aliento. Además no hay que olvidar las visitas periódicas de revisión
al dentista.
Genitales. Tanto
chicas como chicos deben lavar bien sus partes genitales. Es preferible no usar
jabón, sobre todo en el caso de las chicas porque destruye la flora vaginal, a no
ser que se trate de un jabón específico para la parte genital. También es
importante secarse muy bien para combatir la aparición de infecciones.
Ropa. No sólo el
cuerpo, también deben cambiarse de ropa y lavar esta con frecuencia.
Higiene en los alimentos incluye cierto número de rutinas que deben realizarse al
manipular los alimentos con el objeto de prevenir daños potenciales a la salud.
Los alimentos pueden transmitir enfermedades de persona a persona así como ser
un medio de crecimiento de ciertas bacterias (tanto en el exterior como en el
interior del alimento) que pueden causar intoxicaciones alimentarias.
Los
alimentos no vigilados pueden ser un transporte de propagación de enfermedades,
hay que considerar que desde el mismo instante de su producción hasta el de su
consumo los alimentos están constantemente expuestos a las posibles
contaminaciones bien sean por agentes naturales o por efecto de la intervención
humana.
Los
alimentos presentan un medio de cultivo ideal para el crecimiento de ciertos
microorganismos, bacterias, esporas, etc. Debido a su presencia en los
alimentos, se pueden dividir en las estructuras internas del alimento o
incorporar a los alimentos debido a su procesado o manipulación.
En
relación con el consumo de los alimentos para los humanos se puede decir que
los microorganismos pueden ser "patógenos": es decir causantes de
enfermedades o "alterantes" (saprófitos) de sus estructuras, sabores
u olores. Los periodos de incubación de gran parte de ellos llegan a periodos
de incubación cortos: entre dos y diez horas. Algunos de los organismos poseen
bajos DMI (dosis mínima infectiva) y la higiene es la única garantía de que se
mantiene el alimento en buenas condiciones.
Carnes
Las
carnes deben ser elegidas de tal forma que presenten una textura agradable (si
posee una textura flácida su conservación es dudosa), las carnes rojas deben
tener un color rojo brillante en los cortes frescos, es de recordar que las
carnes viejas tienen colores más obscuros. Algunas especies de carne como la de
ternera deben tener un color rosáceo. Las carnes cocinadas no deben mezclarse
en ningún momento con las carnes crudas, el índice de contaminación es alto en
este caso.
Los
embutidos, como una forma de carne procesada, deben tener siempre la piel de la
tripa exterior integral y pegada a su contenido interno, debe rechazarse
cualquier embutido con aire en su interior o con la piel suelta. Las carnes por
regla general si no se van a consumir en 48 horas, lo mejor es someterlas a
congelación, en el caso de la carne picada este periodo se reduce a 24 horas.
Pescados
Los
pescados se pueden detectar por diferentes indicativos:
Los
pescados frescos huelen a mar, no a pescado o a carne en descomposición.
Las
agallas deben ser rojas brillantes y no de color marrón.
Los
ojos deben estar prominentes y limpios, si están hundidos no deben emplearse.
Las
escamas deben ser brillantes.
Verduras y
Frutas
Las
verduras requieren de un lavado y enjuague con abundante agua limpia que
permita limpiar las arenas y suciedades que quedan adheridas a su superficie,1
por regla general basta con quitar las primeras capas de piel o las cáscaras
para que la verdura quede limpia. Rara vez es aconsejable la limpieza con
desinfectantes debido a que la preparación por calor durante su cocinado
elimina generalmente toda bacteria patógena. Se deben desechar las verduras y
frutas con golpes o zonas maltratadas, estos puntos suelen ser focos de
bacterias.
Lácteos y Huevos
Los
lácteos suelen someterse en origen a una pasteurización que elimina gran parte
de los microorganismos patógenos (como en el caso de la leche). Los huevos
deben refrigerarse, colocarlos en los contenedores diseñados para ello en las
heladeras es la mejor opción. Al momento de utilizarlos es conveniente lavar la
cascara con agua y jabón, de esta forma se eliminan restos de materia fecal de
las aves.
La
higiene dentaria barre los residuos y los microbios que provocan las caries y
la enfermedad peri dental (“piorrea”). Por donde pasan eficazmente el cepillo
dental y el hilo, no se producen caries ni sarro.
La buena higiene bucal proporciona una boca que luce y huele saludablemente.
Esto significa que:
-Sus
dientes están limpios y no hay restos de alimentos
-Las
encías presentan un color rosado y no duelen o sangran durante el cepillado o
la limpieza con hilo dental
-El
mal aliento no es un problema constante
¿Cómo
se practica la buena higiene bucal?
Una de las cosas más importantes que usted puede hacer por sus dientes y encías
es mantener una buena higiene bucal. Los dientes sanos no sólo le dan un buen
aspecto a su persona y lo hacen sentirse bien, sino que le permiten hablar y
comer apropiadamente. La buena salud bucal es importante para su bienestar
general.
Los
cuidados preventivos diarios, como el cepillado y uso de hilo dental, evitan
problemas posteriores, y son menos dolorosos y menos costosos que los
tratamientos por una infección que se ha dejado progresar.
En
los intervalos entre las visitas regulares al odontólogo, hay pautas simples
que cada uno de nosotros puede seguir para reducir significativamente el
desarrollo de caries, las enfermedades de las encías y otros problemas
dentales:
Cepíllese en profundidad y
use hilo dental por lo menos dos veces al día.
Ingiera una dieta
equilibrada y reduzca las intestas entre comidas.
Utilice productos dentales
con flúor, inclusive la crema dental.
Use enjuagues bucales florados
si lo indica.
Asegúrese de que sus hijos
menores de 12 años beban agua fluorada o si vive en una zona de agua no florada,
adminístreles suplementos florados.
Una
higiene buco dental óptima incluye: 1-Cepillado
dental (cepillo+dentífrico)
1.1 Cepillado dental manual
1.2 Cepillado dental automático
1.3 El Dentífrico
2-Uso de cepillo interdental+hilo dental
Cepillado dental (cepillo+dentífrico)
OBJETIVO:
Eliminar
la placa bacteriana y residuos de
alimentos de las caras externas, internas y de
masticación de los dientes, gracias a:
-
Cepillo dental
- Pasta dentífrica
Cepillado
dental manual
COMO
DEBE USARSE EL CEPILLO DENTAL:
1.
Coloque el cabezal del cepillo formando un ángulo de 45º con las encías y
realice pequeños movimientos circulares.
2. Cepillar de este modo las superficies interiores y exteriores siguiendo el
contorno de las encías.
3. Colocar el cepillo sobre el diente y moverlo suavemente en dirección
horizontal.
4. Cepillar las superficies internas de los incisivos.
5. Limpie la lengua con el cepillo. Notará su boca y su aliento más fresco.
Se
recomienda siempre:
-Filamentos
de Tynex con extremos redondeados.
- Cabezal de pequeño tamaño para alcanzar las zonas más recónditas.
- Cepillo de distinta dureza adaptado a cada edad y necesidad.
- Capuchón protector que mantiene los filamentos agrupados y los aísla de
contaminaciones externas.
Cepillado
dental automático
El
uso del cepillo automático es por sí solo igual de efectivo que el uso de un
cepillo manual y un hilo dental en la reducción de placa y prevención de enfermedades
periodontales.
Está
especialmente indicado para:
*Placa
bacteriana acumulada de difícil eliminación en la línea de las encías o en
zonas recónditas de difícil acceso.
*Problemas
de gingivitis y bolsas periodontales, derivados de un mal uso en la técnica del
cepillado.
*Recuperar
el blanco natural de dientes con manchas acumuladas de té, café o tabaco.
*Portadores
de aparatos de ortodoncia, implantes o puentes, que tienen una limpieza más
difícil de lo normal.
*Niños
y personas de avanzada edad para asegurar una correcta técnica del cepillado y
lograr un cuidado adecuado de sus dientes y encías.
Aliados de la higiene bucal
Aparte
del dentífrico, hay otros productos que pueden ayudar a una buena higiene
dental.
polvos:
mezcla de sólidos tipo perboratos, carbonatos y polifosfatos que eliminan les
manchas de los dientes provocadas por el tabaco, el consumo de café.
chicles:
no adherentes, que permiten lavar los dientes sin cepillo, para ocasiones especiales.
Son un buen elemento para contribuir a la higiene dental cuando contienen
flúor.
Limpieza espacios interdentales
OBJETIVO:
>Limpiar
eficazmente los espacios interdentales.
>Proteger contra la caries y la enfermedad periodontal.
El hilo dental está pensado para personas con espacios interdentales pequeños,
mientras que el cepillo interdental es más adecuado para personas con espacios
interdentales más anchos.
Hilo
dental
INSTRUCCIONES:
1.
Utilice aproximadamente 40 cm. de hilo. Enrolle los extremos del hilo alrededor
del dedo central de las dos manos. Tense unos 2-3 cm. utilizando los dedos
pulgares e índices.
2.
Deslice el hilo suavemente entre los dientes en la línea de las encías con movimientos
hacia delante y hacia atrás. Utilice un trozo limpio de hilo para la limpieza
de cada diente y espacio interdental.
Cepillo
interdental
INSTRUCCIONES:
1.
Utilice el tamaño de interdental más adecuado para cada espacio. El cepillo
debe introducirse holgadamente, de modo que sean los filamentos, y no el
alambre, los que estén en contacto con los dientes.
2.
Mueva el cepillo desde dentro hacia afuera, sin hacerlo girar.
3.
Para limpiar más fácilmente las piezas posteriores, acople el capuchón protector
al mango.
Existe dos tipos de factores que predisponen al individuo a sus afecciones bucales:
-
De origen endógeno (microbiano)
- De origen exógeno (por nuestra dieta)
-Una
deficiente higiene bucal provoca la acumulación de suciedad (placa bacteriana)
en la superficie de nuestros dientes.
- La placa acumulada en nuestros dientes, si no se elimina, va calcificando
formándose así el sarro o cálculo dental.
- La placa dental se puede definir como una película formada por colonias
bacterianas que se pegan a la superficie de los dientes y a la encía cuando una
persona no se cepilla bien los dientes.
Podemos hablar de 4 tipos
principales de enfermedades bucales.
Caries
La
caries puede definirse como la destrucción progresiva de la estructura dental.
La
placa bacteriana (bacterias, saliva y restos alimenticios) que se adhiere
permanentemente a la superficie del esmalte dental, genera ácidos que destruyen
primero al esmalte, luego a la dentina y, finalmente a la pulpa. Ésta última
posee vasos sanguíneos y nervios; si la infección llega hasta la pulpa genera
un intenso dolor.
Las
bacterias aprovechan las oquedades de los diente para formar colonias y
convierten los azúcares en ácidos. Si la placa bacteriana se remueve después de
cada comida, las bacterias no tienen material alimenticio para degradar,
entonces, no se producen ácidos.
Los
síntomas evidentes de aparición de una caries son sensaciones dolorosas al
consumir alimentos muy dulces, muy fríos o muy calientes.
Podemos evaluar la caries en
tres grados distintos:
Caries
de primer grado: Afecta
únicamente al esmalte. Por lo general no duele y por tanto es más difícil de
detectar. En este momento es cuando un buen tratamiento puede asegurar mejores
resultados, ya que es poca la cantidad de tejido dañado.
Caries
de segundo grado:
Afecta
al esmalte y la dentina. Puede reconocerse a simple vista por cambios en la
transparencia del diente.
Todavía
no es un tipo de caries excesivamente dolorosa, lo cual es un inconveniente,
puesto que se buscan los servicios profesionales demasiado tarde.
Caries
de tercer grado:
Es
la que afecta a la pulpa dentaria. El proceso ha ido avanzando en profundidad
hasta llegar a la pulpa. En este momento ya es muy dolorosa.
La
mayoría de las veces el dentista, si quiere mantener la pieza, debe extirpar el
nervio y reconstruir luego la corona del diente. Cuando esto no es posible se
debe proceder a la exodoncia